viernes, 25 de diciembre de 2009

Aeria Gloris

La gloria celestial (Aeria Gloris) no existe por sí misma. Existe sólo como un movimiento descendente revelado por el ascenso de su contraparte. Hace poco leí esta pequeña frase que sin embargo dice mucho acerca de lo que para mí, significa vivir. Para tener algo, es necesario sacrificar otra cosa. La vida es una constante negociación con el destino y no siempre salimos favorecidos.

Qué es la gloria celestial, sino es más que lo que realmente queremos con todas nuestras fuerzas, y por cuya esperanza en obtenerla nos mantenemos vivos. Aquello por lo que obtenemos las fuerzas para seguir día a día, aquello en lo que apostamos todo sin miedo a perderlo. Amor, justicia, sueños, cualquier motivo es válido si significa obtener la Aeria Gloris. Ya que la gloria es diferente para cada persona, ya que sus objetivos, y sentimientos son diferentes.

Pero vivimos en un mundo de opciones. ¿Acaso debemos obtener la Aeria Gloris? ¿O sólo podemos limitarnos a vivir nuestra existencia sin un propósito definido? Personalmente no creo eso. Creo que todos estamos destinados de alguna manera a obtener nuestra Aeria Gloris, pero tenemos la opción de reclamarla en el momento en el que se nos presenta.

La ‘definición’ de Aeria Gloris es algo contradictoria en si misma. Ya que, al no existir por sí misma, se revela como un descenso que sólo puede darse con el ascenso de su contraparte. Esto significa que sólo llevando nuestra existencia imperfecta hacía los límites de nuestras capacidades, podemos revelar el movimiento de nuestra Aeria Gloris. La perfección no existe, la optimización dada por la evolución es la única respuesta a nuestra imperfección.

Nota aparte, Feliz Navidad!

domingo, 22 de noviembre de 2009

Casualidades del destino

Destino o casualidad. ¿Qué es real? Es fácil pensar que todo está determinado a suceder o a ser desde un principio. Que las cosas son como debieran ser. Lo difícil es pensar que todo es un caos y cada acción, decisión, o incluso pensamiento determina el orden de toda la existencia. Es un cuadro demasiado grande como para que nuestras mentes puedan verlo.

Honestamente no sé qué creer. Sería hipócrita de mi parte decir que tengo una postura u otra. Si es que acaso existe un destino para todos y todo, ¿de qué sirve tomar decisiones, sufrir, alegrarse, enamorarse, estudiar... si al final, ya estamos determinados hacia un final ya escrito? Si acaso no existe el destino... estamos sumergidos en el caos. ¿Todo lo que hacemos determina nuestro futuro y el del resto del mundo? ¿Cómo saber que hacemos lo correcto?

Aparentemente ninguna idea nos lleva realmente a un estado de satisfacción con respecto a la realidad como la percibimos. Entonces... ¿qué hacemos?

Ante estas dudas, prefiero tomar un poco de ambas cosas... no tiene sentido... pero es mejor que estar paranoico o resignado. Me gusta pensar que lo que hago aporta al mundo, influye sobre él y que estaba predestinado a hacerlo. Me gusta sentir cómo la gente realmente valiosa influye sobre mi para acercarme hacia mi destino... sea cual sea.

Lo importante no es en sí hacia dónde vamos, sino las razones que nos llevan ahi. El famoso 'sentido de la vida'. Sentido que nosotros mismos le damos con nuestro día a día.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Sobre el nombre del blog...

Pensamientos aleatorios... no hay nada más aleatorio que nuestra mente. Constantemente vagamos entre conceptos, recuerdos y los combinamos para imaginar. Eso es lo que pretendo reflejar en mis próximas publicaciones. Reflejar la forma en la que mi mente vaga para formar palabras y luego frases, para plasmarlas aquí así no se pierden.

El Cuarto de Gaff... es aquél en donde residen todas las almas sin nacer... qué lugar más puro existiría para pensar? Algunos dicen que nuestros sueños se relacionan con nuestra alma... quizás sea verdad... quizás nuestros sueños... o nuestra imaginación... sean nuestras puertas para entrar al Cuarto de Gaff...